sábado, 10 de octubre de 2009

NOCHE FLAMENCA



Elvia, llegó al Aeropuerto de la ciudad de Buenos Aires, en un vuelo interminable que había hecho escala hasta en el Machu Pichu- por exagerar un poco. Mientras aterrizaba minutos antes, se preguntaba por qué no le había hecho caso a su conciencia y avisó a Fernando Valencia que vendría por fin a su país y que deseaba verlo. Pero enseguida tomo su cartera y su maleta de mano y salió por el pasillo que llevaba a identificación. Estar allí borró cada pensamiento y inmediatamente olió el ambiente- "quiero saber cómo huele esta ciudad" así le dijo a un hombre que conoció en Lima. Era la primera vez que salía de su país y estaba extasiada, pronto su conciencia caería en cuenta del grupo que la estaba esperando y comenzó a buscarlos. Se acordaba de la cara de Fedora, la cantaora del cuadro y Rico el guitarrista cubano que la llamó a su celular antes de venirse:

- Casi no va haber tiempo de nada, tenemos el show en dos días. si hubiéramos tenido más plata ensayamos una semana antes y tú conoces más la ciudad, pero así es aquí, la cosa está difícil- le decía Rico muy rápidamente, en un acentico entremezclado entre el cubano y un argentino aflamencado algo extraño.

La chica de 28 años de edad se sentó en un banco del aeropuerto a descansar y a ver si los veía, pero pasó media hora y no llegaban. Un momento de desesperación la invadió y fue a llamar, no encontraba el número y recordó que lo guardó en el celular, que no le servía para nada allí, pero al menos tenía varios teléfonos de gente conocida viviendo en ese país, en caso de no encontrarlos: el de Gustavo Fuenmayor, un compañero del colegio que se casó con una argentina y trabajaba como chef, la tía de una prima por parte de su mamá, pero ella estaba de viaje, Gina, una ex compañera de trabajo de su primo Arturo, Carlos y Bernarda una pareja que vivía a las afueras de la ciudad y por supuesto Fernando Valencia... el amor de su vida.


Se detuvo a recorrer número por número, hasta que pensó en llamarlo y se dijo a sí misma "si no lo hice cuando me vine menos, ahora". Ambos habían tenido cuatro discusiones casi constantes por chat, debido a muchas tonterías, entre esas él se estaba apartando de ella por otra mujer y ella no se decidía a dejar a su amigo Vicente que conoció un año antes de enamorarse de Fernando, por sentir una estabilidad- De todas maneras, yo coloque mi estado en la página del Facebook que me venía para acá a bailar y en el estado del chat. Que me escriba si le interesa verme... y si no lo ve? mejor lo llamo... que puedo perder.

Al levantarse, un acento extraño, ahora más elaborado sintió a lo lejos: Chee, guapaaa... ELVIA?
A la chica se le olvido todo, volteó y después de buscar con la mirada de donde venía el sonido vio a Rico con un jovencito imberbe, que al verlo bien era el de la caja: Mario, hijo de Rico y de una argentina llamada Ana. Con una gran sonrisa abrazaron ambos a Elvia que estaba muy agitada de tanto esperarlos.

- A dónde ibas tu?- ahora si mas cubanito-

- A llamar por teléfono…

-Perdona el retraso, creo que hubo una confusión en la hora, menos mal que Anita me recordó

-Bueno estaba pensando pedir asilo en la embajada de mi país, mientras que aparecieran.- rieron-

-Tranquila, linda, ya llegamos al rescate... pero ven, dame esa maleta- en seguida la tomó- uy pero que peso mujer! que llevas aquí otras bailaoras?

- No, como 4 pares de zapatos de baile, más dos mantoncillos y mucha más ropa, regalos...

Se fueron caminando hasta la salida, donde le esperaba el carro de Rico. Estúpidamente, mientras metían su equipaje en el auto, Elvia recorría la mirada por los demás autos y personas que estaban en el lugar a ver si veía algo conocido.


- Epa, Elvia… “esperás” a alguien?

- No!!... vámonos... hace calor!


Mientras, iban camino al Tablao Gitanos de la Morería, Elvia observaba la ciudad y recordaba las palabras de Fernando, lo que le había dicho hace unos cuatro meses apenas.

"Cuando vengas a argentina, yo te busco al aeropuerto y te quedás en mi casa no permitiré que te quedes en otra parte... cuando vengas te trataré como una reina"


En seguida el dicharachero de Rico interrumpió su pensamiento con muchos cuentos del lugar donde bailarían, al mismo tiempo que tenía a todo volumen un disco de Duquende con unas bulerías estruendosas. Por lo que el cubano gritaba un poco.

- Mi casa está llena de gente, bueno, Ana tiene muchos hermanos y veranean en casa, que te parece. Por eso te llevo al Tablao que hay un hostal que les pertenece a ellos, es como un hotelito pequeño, la idea es que cuando vengan artistas de fuera se quedan ahí... oye que bárbaro, el Cigala, no?

-Papá ese no es Cigala- replicó el hijo Mario que sin detenerse estaba golpeando la guantera del carro marcando el compás, como si la juerga aun vivía en ellos aun durante la vida cotidiana.

- Es Duquende- rio Elvia- Es el sucesor de camarón de la Isla, eso dicen...


- Claro, pero se parecen o no... - dijo Rico- bueno, Elvi- una manera muy argentina de llamar por el diminutivo a las personas- Elvi, como te decía, cuando yo llegue acá, de Cuba, me quedé en este hostalito…es muy lindo, lo han acomodado un montón... yo no tocaba nada de flamenco y me quedé ahí a pesar de todo, con un amigo que conocí en el aeropuerto... yo tocaba en el conservatorio de la Habana, daba clases, estudie 10 años guitarra, piano y celo , solo un poco. El amigo mío Mario Giannetti- es por eso mi hijo le puse Mario, por él- me consiguió trabajo en un restaurant latino y daba clases de salsa y a veces tocaba guitarra en algunos grupos... en la noche me bebía unas copas al lado de mi hostalito y allí tocaban flamenquito un cuadro ahí…“medio -medio”... con Fabián "el Chungo" un guitarrista de los primeros que llegaron al tablao, el me enseñó y que Dios lo tenga en la gloria al maestro.


- Es que de verdad, ustedes echan pa ´lante en cualquier lugar del mundo. Bueno, yo tenía dos años sin bailar... estaba muy mal de salud, no por bailar sino por haberlo dejado- se escucharon risas de los tres- Y comencé a bailar de nuevo... y quise formar mi propio grupo... quiero venirme a vivir acá, todo depende cómo me vaya y si puedo vivir del arte, de dar clases, lo que sea. Pero haciendo lo que me gusta.


Llegaron al Tablao de la Morería, un famoso restaurant de comida española muy visitado y con el mejor tablao de Buenos Aires, una amiga de Elvia había bailado el año que pasó en primavera y le había recomendado con el dueño. No conocían el arte de las venezolanas muy bien pero Elvia estaba dispuesta a sorprenderlos a todos. No era tonta, había revisado videos de las bailaoras de allá y había analizado el estilo. Ella estaba dispuesta a dar el alma y mostrar sus atributos y su estilo particular muy gitano y desenfrenado.


Las únicas personas que habían visto el material de Elvia había sido Fedora y le había encantado. Pero Rico andaba un poco decepcionado de la actitud melancólica de Elvia y lo poco conversadora que era- tiene una cara fenomenal y una cola grandísima, muy gitana, espero que no sea tan sosa en el baile-

Elvia llevaba una camiseta negra una bufandita de colores rojos, amarillos y naranjas y una falda larga ajustada hasta el comienzo del muslo con flores grandes del mismo tono de la bufanda en un fondo negro. No muy maquillada y el cabello suelto enrulado.
Habían llegado a su habitación a las 3:00 pm y ese mismo día a las 7:00 pm había ensayo con el cuadro completo, otro guitarrista argentino, Marcelo, un bailaor llamado Chacho y María del Mar que a veces bailaba con ellos. Elvia tenía ganas de dormir, pero estaba muy ansiosa, una vez sola, sacó el equipaje, colocó todo ordenado en el closet y ordenó por tonos sus pares tacones de baile. Antes que nada, sacó su mini laptop y colocó la música que bailaría... había preparado unos 5 bailes de los que tendría que escoger al menos 3, más las rumbitas que son improvisadas y sevillanas que siempre siguen un mismo esquema.
Enseguida se conectó a internet a ver si algo pasaba. Y colocó su estado: Ya en Argentina, a bailar este fin en el Tablao de La Morería.....!!!!

El ensayo terminó casi a las 9 de la noche, el salón quedaba cerca del Tablao y era una sala enorme, salieron a comer algo con todo el grupo y a beberse unos vinos. Elvia estaba agotada, el bailaor no fue al ensayo por lo que dudaba mucho que hicieran un dúo de las guajiras, estaba molesta pues mandó a traer el pericón-abanico de baile- de España y le había costado unos 15 euros. Chacho era de esas personas que no sólo creía sabérselas todas, sino que era esos tipos de bailaores que odiaban ensayar y preferían salir al ruedo con lo que tuvieran. Y lo peor era que lo hacía muy bien. Ya ella había trabajado con algunos bailaores así y era muy desagradable, encontró la ausencia de Chacho un acto de divismo muy estúpido. Por otro lado, con el cuadro en general se había sentido muy bien, habían cuadrado algunos bailes, les gustó mucho en general, Los tangos flamencos, las alegrías y las soleares, pero mucho más los tangos, así que habría que escoger. Las guajiras y los fandangos quedaron a la espera por la ausencia del bailaor.

Al día siguiente se despertó cerca de las 10 y media, salió a la calle a recorrer un poco mientras hacía tiempo para cuando vinieran a buscarla para almorzar y ver un poco el espacio. Ensayarían en la tarde ese día en la sala y luego en el local, ya que esa misma noche serían los dos shows. Desayunó con un jugo de naranja, se fumó un cigarrillo… y escuchaba flamenco por su iPod, sin estar pendiente nada. Cargaba el teléfono de Ana que le había prestado mientras tenía el suyo con el número de Fernando a la vista.

Finalmente, llegó un mensaje de Fedora: ya vamos por ti en una hora, linda. Regresó caminando al hostal y se dio un buen baño. Preparó su bolso, se conectó en internet, encontró conectada a su madre, charlaron un rato muy emocionada y le contó del ensayo. Revisó el Facebook y encontró como 10 comentarios en su estado: “Que bien…Mucha suerte por allá”/ Amiga… que éxito… te deseo lo mejor, tomas muchas fotos/ Felicidades, por ese alcance en tus metas… tráeme algo lindo de allá/
Entre otros muchos comentarios se sumaban por horas excepto alguno de Fernando. Se conectó Maya una amiga de ella que sabía su historia con el argentino y ella. Y le dijo: Tienes dos opciones, tragarte tu orgullo y llamarlo y decirle que quieres verlo o no llamarlo y dejar que el destino decida qué pasará. Y sabes que cuando uno hace eso, las cosas casi nunca salen como uno quiere. Si no lo llamas quizá se ofenda, sabes lo que te costó reunir para este viaje, no lo desaproveches, así no tengan nada por lo menos que te vea bailar y se quede babeado por ti.
Pensó bien y sólo le mandó un mensaje… “Hola soy Yo Elvia, lee mi perfil de la página… espero que estés”

El segundo y tercer ensayo fue menos pesado, se montaron unas lindas Guajiras a dúo con un flautista que se sumó al montaje gracias al Chacho, quien quedó prendidísimo con el porte de Elvia, tan latino y tan gitanito a la vez- pero su mente ya no hace falta que le digamos en donde la tenia- así que no le hizo mucho caso. Se fue a su habitación, se dio otro buen baño y se empezó a acomodar. Iba a usar cuatro trajes, dos para cada show, había llevado uno más por si acaso y se decidió rápidamente. Se maquilló de una vez y se fue, antes repasó algunos pasos, calentó pies, se relajó y le mandó un mensaje a Fedora: “ya estoy muy lista y ansiosa”. Bajo por las escaleras, que daban a una puerta que llevaba a un pasillo largo y allí la parte de atrás del Tablao y luego a un saloncito con espejos como vestier de los artistas. Había refrigerios, agua, una botella de vino y estaba la chica de las palmas, el cajista con una novia que no era bailaora, al rato llegó Rico, que iba a presentarle a su esposa Ana y pronto se iría a la barra a esperar al cuadro. Fedora llegó con el otro guitarrista y comenzaron a calentar la voz. El dueño del Tablao un italiano muy simpático, la fue a saludar y le deseo mucha suerte en el show, le trajo una botella de champaña, de la más barata pero era un buen gesto.





Comenzó el show cerca de las 10 pm, con unos fandangos, Comenzó María del Mar con el primero, luego Chacho y finalmente Elvia. El local estaba lleno, como todos los viernes en la noche. Fedora cantó una canción muy linda inspirada en las coplas antiguas españolas por bulerías, pero más lentas. María del Mar bailó unas alegrías y Chacho con su hermosa farruca propia de su temple.
La Guajiras quedarían para el show de las 12 de la noche. Y Elvia ensimismada en el show, no pensó en más nada sino en su baile: La Solea por bulerías, llevaba un vestido negro con lunares amarillos y sus tacones del mismo color amarillo y una flor negra y amarilla… su alma se fue saliendo de su cuerpo y llegó el momento de dejar de ser Elvira y prestar su cuerpo para la bailaora- como decía ella siempre- Rico hacía la intro y la veía, no se había sorprendido mucho en el ensayo, ella se había dado cuenta de lo que pensaba de él así que metió pasos distintos e improvisó en la llamada… por supuesto al entrar la segunda letra y pegarse a las bulerías lo hizo aún más largo, y se dio la tarea de desesperar a Rico, cosa que no sólo logró su admiración sino un buen reposo al día siguiente.
Los aplausos fueron fenomenales para el baile que duro casi los 10 minnutos. Elvia la bailaora, aun reposaba en ese cuerpo sudoroso y caliente que latía y se ruborizaba de la alegría de estar en ese escenario. el primer show terminaba con una improvisación de una rumbita bien alegre en donde invitaban a la gente a subir al escenario. Por un momento Elvia ya más conciente comenzó a ver por primera vez al público y a buscar caras conocidas. pero un gesto de Fedora la volvió en si de nuevo.
Se bajaron del escenario, y se fueron a la sala a cambiarse las chicas y los músicos a tomarse un trago. Rico no evitó abrazar a Elvia, diciendole al oido: Te confieso que no daba medio por ti, por esa actitud tan sombria que tenías, pero con este show me quedé sin habla.....desde hoy te bautizo "La Bruja"... Elvia Sanchez "La Bruja"... quedamos hechizados todos...-
Elvia muy callada, se tomó casi media botella de vino ella sola, la champaña la repartió a cada uno y estaban todos alegres hasta ella se animó un poco y comenzó a bromear con los del cuadro. enseguida llegó un ramo de rosas rojas la sala de los artistas con una nota, que decía: "No puedo ir a verte al tablao, pasaré el fin de semana con Julia... que te vaya muy bien esta noche, te quiero"
-Fedora la cantaora vió su cara y le nombró, es el boludo ese? que no viene por que se queda con su amiga...
- Claro, yo de tonta no le llamé
-Tonta no querida, él sabía que vendrías... no me contaste que todos lo saben.. pero che Elvia, no te pongas asi... ve tranquila, es más no será la ultima vez, el dueño dijo que te quería aquí en el mes de Julio y pues quien quita que te quedes más shows. Nos gustas mucho, se trabaja muy relindo con vos.
- Gracias Fedo y bueno... al carajo, como decimos allá en mi país.
- Venga ya!!"
Rieron y se emborracharon un poco, antes del segundo show.
El local estaba lleno, muchas mesas las rodaron hacia adelante para apreciar mas el show. Alguien había dejado una rosa en el asiento donde le tocaba esperar a Elvia su baile, ella de la puerta de salida la estaba viendo. Los músicos subieron al tablao y comenzaron con un instrumental montado en la tarde con la flauta, era una canción que ella siempre colocaba en su casa para calentar en los días de más soledad. No pudo evitar relacionar esa rosa, con la ausencia de Fernando, los largos días en que hablaban y se veian por cámara y se prometían tantas cosas. entraron las Guajiras y Chacho tomó de la cintura a Elvia y le besó en los labios deseándole suerte. La sensación fue extraña y le gustó mucho ese beso. Al menos esta noche seguramente habría pasión como ella tanto había imaginado pero no con la misma persona.- Da igual- pensó y salió ella primero.
Guaijras

En el descanso, Elvia se sentó vio la rosa la tomo y la olió por un rato... se olvidó por un momento de los que pasaba en el tablao y de repente soltó una sonrisa. Recordando las bromas y el sentido del humor que caracterizaba a Fernando. Subió la vista y a lo lejos estaba él tomandose una copa y extasiado viendola y así se mantuvo hasta que le tocó bailar unos tangos flamencos, mientras el Rico la anunciaba ya como Elvia "la Bruja". siguió bailando, como debía, no por estar su amor en ese momento debía cambiar, simplemente dejar la conciencia a un lado y hacer su arte como mejor sabia. Terminaba el show y por una fiesta por bulerias terminaron todos en un gran alboroto seguido de gritos y aplausos del publico, mientras en fila uno detras del otro iban bajando.

A la mañana siguiente Elvia amaneció con Fernando, que insistió en llevarla al día siguiente unos días a su casa. Pero ella no aceptó, pues, debía bailar esa noche y luego irse rápido a su país que la esperaban otros compromisos. Ni siquiera aceptó esa noche quedarse en un hotel con él sino en su mismo hostalito, acogedor y cercano. Tenía ensayo a las 5 de la tarde. Pasaron el día juntos muy tranquilos y se dieron cuenta que la vida de cada uno pertenecía a espacios y momentos distintos. Elvia no cambiaría su vida allá y él ya estaba comenzando otra al lado de Julia. En el comienzo del invierno, Elvia volvió y se encontró con Fernando en la ciudad, esta vez lo aconpaño a su pueblo paso dos días y se regresó. Cuando le tocaba bailar se veían en Buenos Aires, hasta que en un par de años, le tocó irse a vivir por los compromisos que había adquirido en ese país soñado. Ya no se veía con Fernando y ahora era Chacho que comenzaba a ocupar ese lugar. Su amigo en Venezuela, no la siguió por lo que la relación se terminó.

ELVIA "la Bruja "seguia triunfando en otros países con su compañero y amante el Chacho, y regresaban a principi0 de año a dar clases en su nueva Escuela de Baile.

PD: EL VIDEO ES TOMADO DE UNA VENEZOLANA LLAMADA DERLY RAMIREZ LA POLVORILLA... todos los personajes y fotos han sido tomados para recrear la historia..asi como el video. Espero les haya gustado

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